Una joya inesperada de mano de El Shirota

Es curioso como descubrimos artistas de las maneras más fortuitas. A mí un día me dio por jugar a Forza Horizon 5, un juego de coches de mundo abierto ambientado en México. En ese juego existen diferentes emisoras de radio ficticias que puedes escuchar mientras conduces por ahí. Hay una, no recuerdo el nombre, que pincha canciones de rock. Muchas veces llevaba esa emisora puesta, ya que sonaban los Foo Fighters, Wolf Alice Royal Blood entre otras bandas. Total, que de repente empieza a sonar una canción estruendosa que sonaba un poco a los Foo Fighters, pero no reconocía que canción era. El riff principal podía venir de la mano de Dave Grohl tranquilamente. Pero luego, ese riff, daba paso a una sección más tranquila que no tenía nada que ver con los Foo Fighters. Y un tío empieza a cantar en español. Yo estaba flipando. ¿Cómo puede sonar así de bien una banda en español? ¿Cómo puede sonar mejor que cualquiera de los otros artistas angloparlantes que suenan en esta radio? No escucho prácticamente bandas de rock en español, nunca me han interesado mucho.

 

El Shirota con la formación para Tiempos Raros



La Ciudad
de El Shirota tenía algo que atrapaba. Una mezcla entre rock alternativo noventero, garage y post-hardcore. Y claro, eran mejicanos. Y tenía todo el sentido del mundo, porque el juego estaba ambientado en su país, y recogía artistas locales para la banda sonora. La canción me gustó mucho, pero ahí se quedó. La guardé en Spotify y fui olvidándome. 

Un día entro a Youtube y me sale recomendado una actuación de El Shirota en KEXP. Seguramente habría escuchado La Ciudad en Youtube y el algoritmo me había enviado ahí. Veo la actuación, y mi asombro si ya era grande ahora era mayor. La actuación de KEXP que vi fue la última que grabaron, durante 2021, en Seattle -porque existe otra anterior grabada en México D.F-. Presentaban su álbum debut. La banda lo dio todo en esa sala. La energía que transmitían era increíble. Sonando con un frenesí que es raro de ver en ese tipo de sesiones. Y estaban disfrutando como niños pequeños. Sus miradas mientras se dejaban la vida tocando, sus sonrisas casi inocentes... Son unos chavales mejicanos, buenísimos, que saben lo difícil que es llegar a ese punto y darse por fin a conocer al mundo. No es una banda de rock estadounidense o europea, que canta en inglés y lo tiene más fácil para tener algo de repercusión.




 

Los chicos de El Shirota no son nuevos en el panorama musical. Si revisas su discografía, ves que al menos llevan lanzando canciones desde 2013, y seguro que llevan dando guerra en los escenarios mejicanos desde antes. En plena pandemia sacaron su primer LP, seguramente aprovechando el confinamiento para grabar como locos. Ya con el título del LP, Tiempos Raros, dejaban claro el momento global que estábamos viviendo. No sabíamos a donde íbamos, pero ellos parece que lo tenían muy claro. Se encerraron en una habitación y grabaron, porque era lo único que podían hacer en aquellos días extraños.

Tiempos Raros es un álbum con tintes Lo-fi. Tengo entendido que se grabo en casa del bajista de entonces, David Lemus -y además de su mano viene la mezcla-. Es crudo, ruidoso, los instrumentos están altísimos y las voces, más camufladas, se entremezclan en una tormenta de distorsiones. La primera pista es una breve presentación , Atorihs Le (El Shirota, al revés). Toda las pistas suenan a la inversa, quizás queriendo decir eso mismo, que el mundo está raro y que parece que esté dado la vuelta. Después de esta anécdota empieza a sonar No sé todo, una canción que recuerda un poco al "grunge" de principio de los noventa. Un tema melódico pero inquieto. Tiene ese tono y ritmo más comedido, más sensible, de algunas canciones de los Smashing Pumpkins. Luego va El Chirota, un tema instrumental más lisérgico pero con mucho plomo también. En Más de una vez se vuelve a cantar . El tema intercala estrofas suaves y estribillos más salvajes, muy "grunge" también. El bajo está super alto, queriendo tener mucho protagonismo y ofreciéndote otra versión de la historia. Los instrumentos en este álbum suenan algo embarrados y rotos. El Shirota tontea así con el noise-rock y el post-hardcore. 



Tiempos Raros de El Shirota



Llega el tema principal de el álbum, su primer single y por el que los conocí, La ciudad. Es el típico tema que tiende a quedarse grabado en nuestras memorias. El contraste que consigue con las estrofas y el estribillo lo convierte en un tema que sorprende. La batería es apoteósica, con muchísima pegada y acompaña a la melodía que da gusto. RTL en cambio apuesta por la repetición. Esta es más monótona que el resto, con sus 12 minutos de duración. Se construye muy lentamente, e incide en los mismos motivos una y otra vez. Aunque no sea un tema con tantos contrastes, sigue en la línea de la banda con esa intensidad, y desemboca en un amasijo de ruidos aleatorios guitarrescos. 

Tras RTL -que funciona como transición para dar paso a la última parte del álbum- empieza ¿Cuánto falta? Es la balada de Tiempos Raros. Las guitarras acústicas relevan a las eléctricas, pero heredan su seña de identidad (varias voces, riffs pesados y rasgueos con poca diligencia). Es muy Lo-fi. Se entromete en las pistas todo lo que esta ocurriendo en la habitación. Aporta un grado de cercanía con la banda y lo convierte en un tema muy orgánico. Como curiosidad, cuando la canción está terminando se aprecia que se cuela en alguna pista Scar Tissue de Red Hot Chili Peppers que seguramente estaban escuchando mientras grababan la canción. Que yo sea fan de los red hot, y junto con lo que he comentado sobre la producción, hace que esta se una de mis canciones favoritas del álbum. 

A donde voy (Revamp) es el segundo single. Creo que es la cúspide de Tiempos Raros, un tema muy cálido impregnado de un montón de nostalgia. Es mi tema favorito de la banda. Es difícil expresar lo que se siente con una canción, ya que al final los adjetivos que sueltes o las comparaciones que utilices para ayudar a ubicarla no van a explicar mucho de la experiencia. A donde voy es el resumen de lo que ha ofrecido la banda en este álbum. Tiene más sensibilidad que La ciudad, pero sigue siendo igual de intensa. Es la más "popera" de todas, la que hace que conectemos más fácilmente con ella. Pero que sea así no significa que sea trivial, porque es un excelente ejemplo de como hacer un tema de rock más comercial con mucho sentimiento. 





El álbum acaba con El Bob Rosendo, un tema punk sin muchas pretensiones. Hay una voz balbuceando de fondo que tose al final, y entonces termina.

Tiempos Raros se ha convertido en uno de mis discos favoritos. No destaca por nada en concreto, ni aporta grandes innovaciones, pero es honesto en lo que propone, tiene mucho mimo y toca donde tiene que tocar. Este álbum demuestra que hay artistas dentro del rock y del indie muy buenos y que no han nacido en Nueva York o Londres. Ha abierto mi mente a descubrir artistas hispanohablantes. Y, cerrando con lo expuesto al inicio de esta entrada, me ha demostrado que cuando menos te lo esperas te encuentras una joya de la forma más boba. 

El disco salió en 2020, y desde entonces los chicos de El Shirota han continuado lanzando temas en forma de EP o single. Actualmente siguen muy activos, haciendo giras por América. Espero con mucha ansia un segundo LP igual de bueno que el primero. Y espero poder verlos por España en una gira europea o en el cartel de algún gran festival. De momento están muy centrado en darse a conocer por Norteamérica, donde creo que están recibiendo muy buena acogida. Y, aunque ese territorio está más interesado en su tipo de música, creo que El Shirota tiene potencial de sobras para gustar en Europa y España. Ojalá se puedan dar a conocer por estos lares pronto. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dos álbumes de 2021

Steve Albini: la compleja simplicidad.