John Frusciante

 Los Red Hot Chili Peppers acaban de sacar nuevo álbum, Unlimited Love. Tras The Getaway, seis años más tarde y con una pandemia de por medio, la banda ha vuelto al ruedo, y ni más ni menos que con el regreso de su niño prodigio, John Frusciante. De hecho, la entrada va a tratar sobre la figura de John, y voy a utilizar la salida del álbum solo como mera excusa. Y es que John va a pasar a la historia por ser el legendario guitarrista de los red hot, de haberlos llevado a lo más alto gracias a su visión. Todos los integrantes guardan mérito, pero no fue hasta Californication y la introducción del nuevo estilo traído por Frusciante lo que los hizo colocarse entre esas bandas que marcan una era. Pero el hombre si por algo se caracteriza es por no saber estar parado y ser productivo como el que más. Además, su vida ha sido un camino lleno de oscuridad.




John Frusciante entró en los Red Hot Chili Peppers con tan solo 18 añitos. John llega en uno de los puntos más tristes de la banda, tras la muerte de Hillel Slovak, emblemático guitarrista de la formación angelina, pero ante todo amigo íntimo de Flea, Anthony Kiedis y Jack Irons. Tal fue el palo que Jack Irons, el batería original de los red hot, no pudo continuar sin su amigo y dejó el grupo. Anthony, que atravesaba una adicción similar a la de su amigo Hillel, se embarcó en un viaje a México donde trataría sus problemas con las drogas y ordenaría sus pensamientos. Pero Anthony y Flea, tras un período de luto, se negaron a finalizar el viaje ahí y se armaron de valor para buscar nuevos músicos y continuar. Ahí entra John, que venía siendo un fanático del grupo que conoció a Flea en una jam. De hecho, se sabe que un poco antes de entrar oficialmente a ser guitarrista de los Red Hot Chili Peppers, John había hecho audiciones para la banda de Frank Zappa, pero que finalmente renegó por prohibirle consumir drogas si entraba finalmente a esta. Así empieza la historia de John Frusciante como estrella de rock, un niño que frecuentaba la escena punk de Los Ángeles, iba a todos los conciertos de los red hot y estaba obsesionado con Jimi Hendrix (como cualquier guitarrista).

Coincidió con su incorporación el lanzamiento de la banda al estrellato. Mother's Milk en el 89 y el consagrado Blood Sugar Sex Magik en el 91. Este último los llevo a girar mundialmente, a tener una gran presencia en MTV y a aguantar unos niveles de fama que nunca habían imaginado. BSSM fue donde se vio por primera vez el potencial de Frusciante. Hasta aquel entonces los red hot habían sido una banda que basaba su sonido en un punk-funk guarro, letras medio rapeadas y en hacer el tonto sobre el escenario. Pero con la adaptación de John para BSSM y la asistencia del gran Rick Rubin como productor, los red hot alcanzaron una primera madurez (y digo primera porque luego llegaría una segunda). De esto se ha visto que tiene mucha culpa John, pues el sonido que impregnó ese álbum era en gran parte su mente creativa actuando. Under the bridge habla por si sola, y el funk de los red hot a partir de entonces se enfocaría de otra manera. 

Pero si a todos los pilló desprevenidos el éxito, John fue al que más. Es comprensible que un chaval de escasos 22 años, que no tenía el recorrido que ya poseían miembros como Kiedis o Flea, se viera sobrepasado por todo eso. John empezó a adoptar una actitud más rebelde, negándose a hablar con la prensa, distanciándose de sus compañeros y realizando acciones extrañas durante las actuaciones, tocando mal a propósito en muchas ocasiones.  



Hemos podido saber por boca de sus compañeros que John no soportaba la idea de volverse mainstream. Prefería haber continuado a un nivel menos mediático, algo parecido a lo que conoció cuando seguía a los red hot por los locales de Los Ángeles, cuando era un adolescente. Además, según él: 
"a los veinte años comencé a portarme bien y a mirar la música como una forma artística de expresión en vez de una forma de ligarse a un montón de chicas. Para equilibrarme, tenía que ser muy modesto, muy antiestrella de rock."  
John Frusciante. The Chili Peppers Rise Again. Rolling Stone


Y, por si fuera poco todo lo que lo atormentaba, su adicción se agravaba cada vez más. Así, el 7 de mayor de 1992, John Frusciante no acudía al concierto que les tocaba dar a los Red Hot Chili Peppers en Tokio, y al día siguiente estaba de vuelta en Los Ángeles. 

El guitarrista se recluyó en su apartamento. La adicción se convirtió en su vida, y producía música para costeársela. Los red hot contrataron a Dave Navarro, ex-guitarrista de Jane's Addiction, para sustituir a Frusciante. John en 1994 lanzó su primer álbum en solitario, Niandra Lades and Usually Just a T-Shirt. Esta tortuosa obra musical refleja el estado del músico por entonces. Creo que es una las cosas más sinceras y auténticas que he escuchado, y aunque la escucha es complicada es desolador ir sintiendo la decadencia del artista a medida que van pasando los temas. 


La prensa ya lo comparaba con Syd Barrett, otra alma torturada y a la deriva. En 1997 saldría su segundo álbum, Smile from the Streets You Hold, que en 1999 sería retirado del mercado a petición suya, pues solo había sido concebido con la idea de mantener su adicción. Y de esto no se tiene una versión clara, pero John tiene grandes quemaduras en los brazos que se piensan que se ocasionó durante el incendio de su apartamento intentando rescatar sus guitarras. Aunque también se dice que se deben a infecciones que provocó por inyectarse heroína de mala manera, las cuales hubo que tratar con injertos de piel. 

Existe un reportaje producido por VPRO en 1994 donde entrevistan a John en su apartamento, y donde se le puede ver en un estado deplorable, poco más que un yonki.


En 1998, al borde del colapso y sin poder caer más bajo, John ingresa en una clínica de rehabilitación apoyado por sus colegas y ex-compañeros de Red Hot Chili Peppers. Por aquel entonces, Anthony Kiedis le presta dinero para comprarse una guitarra, pues las había perdido todas en el incendio, y se cree que esta guitarra es su legendaria Fender Stratocaster del 62'. 




Fue también en aquel año cuando Flea llamó a John para volver a los red hot, pues estos habían acabado con Dave Navarro por problemas de entendimiento. John, tras haber vivido la etapa más oscura de su vida, donde miró a la muerte a los ojos, respondió al bajista entre lagrimas que nada le haría más feliz en la vida. Y renacido, totalmente rehabilitado y llevando una vida radicalmente opuesta guiada por la espiritualidad, se reincorporó a la banda de su vida para vivir una segunda juventud y alcanzar la segunda madurez del grupo. 

Los red hot lanzan Californication, luego By The Way y Stadium Arcadium. Vuelven a llegar a los más alto, con un sonido renovado gestado por John frusciante. En todos esos años de in pass, fuera de la banda, John había pulido su sonido y se había empapado de nuevas influencias. Rechazaba la parte virtuosa y técnica de la guitarra. Había formado un estilo más minimalista, "emocional", inspirado por guitarristas del post-punk, new wave y rock alternativo americano. Los artistas electrónicos del new wave y del IDM habían calado en su forma, y más tarde desarrollaría su gusto por la música electrónica. 

A parte del renovado éxito con los Red Hot Chili Peppers, el guitarrista no podía parar quieto. Sigue haciendo cosas por su cuenta, y se junta con numerosos músicos para sacar proyectos adelante. En 2001 lanza To Record Only Water For Ten Days. En este LP John desparrama su estilo y su creatividad, creando piezas rock con tintes electrónicos. Por esa época empieza colaborar con The Mars Volta y Omar Rodríguez, su guitarrista principal. Pero 2004 es su año más prolífico. Lanza cinco discos por su cuenta, con la sociedad de Josh Klinghoffer en A Sphere In The Heart Of Silence. A parte, se junta con Joe Lally, bajista de Fugazi, y de nuevo con Klinghoffer para formar Ataxia, quizás uno de sus proyectos más excelentes. El Automatic Writing de Ataxia es una muestra de libertad creativa entre tres músicos que desemboca en algo experimental, cercano al post-hardcore y post-rock. 

Con Stadium Arcadium transforma su estilo y lo vuelve más virtuoso, demostrando que el tío sabe tocar la guitarra (aunque eso ya lo sabíamos, no hace falta marcarse solos a lo Hendrix para demostrarlo). La crítica ya lo tiene por las nubes en ese momento. Pero en 2009 vuelve a dejar a los Red Hot Chili Peppers para centrarse en sus nuevas intenciones musicales. Saca durante ese año The Empyrean, que es una de sus obras más meticulosas y barrocas. A partir de entonces va dejando apartada la guitarra para explorar la música electrónica. Crea el alías Trickfinger, con el que va lanzando material de IDM y house. 


Se apartó del foco mediático, haciendo sus cosas sin hacer mucho ruido y viviendo su vida. Una vida muy diferente a la que le tocó vivir en su primera salida de la banda. Los red hot acogieron a Josh Klinghoffer, colega íntimo de John y socio en muchos proyectos, para continuar con sus andaduras. La banda ya no ha sido lo que era. Ha intentando vivir de una eterna juventud que les ha permitido seguir en lo más alto. Aun así, yo por lo menos los sigo disfrutando, quizás por ver una muestra de lo que una vez fueron y admirarlos por todo lo que han hecho y como siempre han sabido salir de los momentos más bajos. John encarna ese sentimiento. Ahora con su reingreso en la banda parece que las cosas no van a volver a ser como eran, pero me hace feliz que estén todos reunidos de nuevo, al menos para vivir sus últimos años de carrera juntos, haciendo lo que les gusta. 

No sé, siempre he tenido en gran admiración a los red hot, desde que empecé a indagar en quienes eran y su particular historia. Pero, sobre todo, he sentido admiración por John. Su historia, su gran fidelidad a sus ideales, su carisma y su creatividad. No todo lo que ha hecho es de mi agrado. Creo que al final cuando haces tantas cosas es normal que algunas caigan en calidad. Pero con John, cuando lo escucho, escucho algo más que tan solo su música, cosa que no me pasa con otros músicos. Espero que le vaya todo muy bien. 
 







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